El amor que los une no podía representarse por un gesto, no por una acción, no por un regalo.
Cierto.
Pero si hubiéseis mirado a sus ojos y hubiéseis sentido sus corazones, habríais dado, habríais recibido.
Y es que eso eran ellos, un dar, un recibir, infinitos.

0 comentarios:
Publicar un comentario