Rosa

|
Una rosa, un libro. Su rosa, su libro.
El amor que los une no podía representarse por un gesto, no por una acción, no por un regalo.
Cierto.
Pero si hubiéseis mirado a sus ojos y hubiéseis sentido sus corazones, habríais dado, habríais recibido.
Y es que eso eran ellos, un dar, un recibir, infinitos.


0 comentarios:

Publicar un comentario